El sector industria está en continua evolución gracias a la llegada de diferentes tecnologías y al desarrollo de soluciones digitales que hacen de la fábrica de siempre, una smart factory o fábrica inteligente. Pero ¿de qué tratan estos conceptos?

¿Qué es la industria 4.0?

La introducción de las tecnologías digitales en la industria nos ha llevado a la Industria 4.0 en la que estas permiten que dispositivos y sistemas colaboren entre ellos y con terceros permitiendo modificar los productos, los procesos y los modelos de negocio con el obejtivo de automatizar procesos industriales.

La Industria 4.0 permite interconectar tecnologías para optimizar los procesos de negocio de la empresa. Pero no solo busca conectar máquinas y sistemas para tomar decisiones de forma mucho más rápida y eficaz, sino que también busca conectar personas.

Según un informe de Gartner, es imprescindible una convergencia digital entre los componentes industriales y los de negocio; y entre los modelos y los procesos internos de las empresas. La consultora internacional destaca, entre otras cosas, la combinación de datos de fuentes externas e internas para mejorar la toma de decisiones; el desarrollo de competencias digitales para integrar mejor los recursos dentro de la organización, incluida la seguridad, la ciberseguridad y el control de riesgos; el entendimiento y la comprensión de cómo las tecnologías de la Industria 4.0 pueden afectar a la fabricación localizada; y por último, el trabajo simultáneo en el desarrollo de productos inteligentes y en los procesos de fabricación.

Actualmente, las fábricas han dado un paso más allá y se encuentran en la industria 5.0, la cual se caracteriza por la colaboración entre humanos y máquinas a partir de la inteligencia artificial (IA) permitiendo a las máquinas adaptarse a las necesidades de los trabajadores y aprender de las funciones que realizan los seres humanos, para aportarles una mayor eficiencia y seguridad.

¿Qué son las smart factories y cómo funcionan?

El uso de tecnología en la industria no es algo nuevo y podríamos pensar que ya eran smart factories, pero cuando hablamos de fábricas inteligentes nos referimos a aquellas que están altamente digitalizadas y cuyas máquinas y tecnologías están conectadas entre sí para mejorar la producción y los tiempos en planta.

Gracias a la incorporación de tecnologías disruptivas como el IoT, el big data, los gemelos digitales o la realidad virtual en los procesos productivos, es posible minimizar los tiempos de fabricación, analizar una enorme cantidad de datos en tiempo real y reducir costes de producción. Todo esto se traduce en una manufactura más versátil, eficiente y autónoma.

Las principales características de las smart factories son la autonomía, la visibilidad y la conectividad. Mediante el uso de tecnologías modernas, los sistemas inteligentes pueden aprender y adaptarse en tiempo real a las últimas tendencias del mercado para estar en constante actualización, lo que hace que las fábricas de hoy en día sean mucho más flexibles que las del pasado.

¿Cuál es la estructura de una smart factory?

Aunque la estructura de una smart factory dependerá de las características, del sector y de la actividad de cada compañía hay una serie de pasos que todas las empresas deberían seguir al iniciar su fábrica digital.

  • Recopilación de datos: las tecnologías modernas centradas en bases de datos se encargan de almacenar la información que generan las máquinas basadas en su rendimiento, la logística, maneras de actuación o tendencias del mercado.
  • Análisis de datos: una vez recopilados esos datos, pasan al segundo nivel en el que se analizan para detectar averías en las máquinas o corregir problemas en los procesos de producción o de logística. El análisis de los datos proporciona a las compañías optimizar su rendimiento y detectar mejoras en favor de la fábrica digital.
  • Automatización de las smart factories: por último, y en base a esos datos se modifican o se establecen nuevas estrategias de actuación para configurar la fábrica y poder sacar el máximo partido a los datos que se han obtenido en la primera fase.

¿Qué beneficios me aportará convertirme en una smart factory?

Este tipo de fábricas inteligentes traen consigo una serie de beneficios como:

  • Automatización de tareas gracias al aprendizaje mediante IA.
  • Optimización de los recursos.
  • Rapidez y flexibilidad ante imprevistos.
  • Mayor comunicación entre departamentos.
  • Aumento de la velocidad de los procesos, la productividad y la eficiencia.
  • Reducción de los tiempos de inactividad y ahorro en costes.

Nuevas formas de trabajar en las smart factories

Los datos, la automatización y la Inteligencia Artificial permiten nuevos niveles de eficiencia. Por ello, saber aprovechar todo el potencial de la IA y del IoT supone una ventaja estratégica y una forma de fortalecer la posición competitiva de una fábrica en el mercado global. El desarrollo e implantación de estas nuevas soluciones digitales han llevado a la creación de nuevos puestos de trabajo:

  • Diseñadores de productos 3D: los datos de IoT hacen posible realizar simulaciones digitales en 3D que permiten a los diseñadores modelar el mundo real de manera efectiva y dedicar más tiempo a innovar.
  • Trabajadores de primera línea: con dispositivos de realidad aumentada conectados a IoT como Microsoft HoloLens, los trabajadores son capaces de trabajar y aprender en un entorno 3D realista, que les guía a la hora de realizar ciertas reparaciones u operaciones de planta, ayudándolos a ser más productivos en menos tiempo y mejorando su seguridad y la calidad del trabajo.
  • Trabajadores de planta: la realidad aumentada, las aplicaciones inteligentes y los cobots aumentan la eficiencia. Además, la capacidad de realizar tareas de forma remota se traduce en una mejora de la seguridad, sobre todo en entornos potencialmente peligrosos, como minas o plantas químicas.
  • Servicio de campo: los datos de IoT permiten a los trabajadores de campo identificar cuándo realizar reparaciones y mantenimientos antes de que ocurran los problemas, además de entender realmente lo que está sucediendo y tomar medidas para solucionarlo.

Como puedes ver, gracias a la fabricación moderna, es posible que los empleados puedan trabajar más rápido y concentrarse mejor en la tarea que están realizando, mientras que la empresa se asegura que se han seguido los procesos de calidad adecuados.

Por lo tanto, la tecnología no es un enemigo que amenaza con quitar puestos de trabajo, sino que, aplicada de la forma correcta, puede traer numerosos beneficios a las organizaciones.

Transición digital: el paso para ser una smart factory

No cabe duda de que nos encontramos en un nuevo proceso de cambio en el que más es menos. Más tecnología implicará menos tiempo, menos residuos y, sobre todo, menos gastos, es decir, lo que en ARBENTIA llamamos desde hace tiempo transformación digital. Un fenómeno necesario para la integración de las TICs en las empresas, potenciando su continuo crecimiento.

Este fenómeno, tan extendido en los últimos años, es necesario para la integración de las TICs en las empresas, potenciando su continuo crecimiento ya que los objetivos de la transformación digital se modifican y avanzan a medida que las prioridades de las compañías y sus smart factories evolucionan para buscar el mayor rendimiento.