Desafíos y oportunidades de la transformación digital en el sector de las renovables

Los compromisos europeos para luchar contra el cambio climático están acelerando la explotación de las energías renovables de una forma nunca antes vista. Con ello, en España, no sólo buscamos desengancharnos de los combustibles fósiles (petróleo, gas natural o carbón) por cuestiones de sostenibilidad, sino poder contar también con una energía que, además de limpia, es mucho más barata, reforzar nuestra autonomía energética como país y aprovechar los enormes recursos naturales, como el viento o el sol, disponibles en abundancia e ilimitados.

España es la octava potencia mundial en energías renovables. Hoy, según datos oficiales, el sector crea unos 6 millones de empleos y se espera que, en 2023, este número sea más del doble según los objetivos del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima). Dicho plan no solo impulsará la creación de puestos de trabajo en toda España, sino la construcción acelerada de macroproyectos de explotación a lo largo de toda la Península.

De hecho, la semana pasada, el Gobierno dio el visto bueno ambiental a más de 1.400 proyectos, 192 macroparques eólicos y solares y 1.236 más pequeños, con lo que se espera que España viva un bum en su explotación en los próximos dos años. Sin duda, estamos ante una enorme oportunidad de mercado. Eso sí, su transformación en beneficios reales desde el punto de vista económico, de calidad de vida y medioambiental, dependerá tanto del impulso gubernamental y social, como de la capacidad de las empresas del sector de desplegar proyectos ágiles y rentables, tanto para los usuarios finales como para sus propias organizaciones.

Hoy, la eficacia y la rentabilidad empresarial son precisamente dos de los principales retos en el sector de las renovables. La apuesta acelerada por las tecnologías limpias ha hecho que, en los últimos años, el negocio se dispare a nivel nacional, sin que gran parte de sus compañías hayan podido asentar la base tecnológica adecuada para avanzar al mismo ritmo en el control y la optimización de sus procesos y costes. El avance de la transformación digital en el sector también se ha visto dificultado por la dispersión geográfica de los parques y la complejidad societaria ligada a la figura de las SPVs.

Todo ello hace que las compañías de renovables precisen con urgencia de unos sistemas de gestión especialmente ágiles para soportar el dinamismo del negocio. En este sentido, existen innovaciones a las que estas organizaciones ya pueden recurrir para un soporte efectivo en las tres fases clave del negocio de las renovables: el desarrollo del proyecto, la construcción de los parques y la óptima explotación de estos.

La etapa de desarrollo de un parque de renovables es un proceso largo que podría abarcar varios años. En este período, la SPV (sociedad creada para la ejecución del proyecto) tiene por delante múltiples tareas como la localización del terreno, la formalización de los contratos de arrendamiento, la gestión de permisos, la búsqueda de financiación, la negociación de los PPA, etc., cuyo manejo debe apoyarse en las herramientas TI adecuadas para asegurar la rentabilidad.

Aplicaciones como las Low-Code proporcionan una ayuda clave en esta fase y en el control analítico-financiero del parque. Este tipo de soluciones no requiere de un laborioso desarrollo de código, por lo que su despliegue es muy ágil; son escalables si crecen los requerimientos o la complejidad del proyecto, y se gestionan a través de la nube, facilitando el acceso a todos los agentes implicados. Gracias a ello, las soluciones Low-Code pueden ser un gran aliado para las SPVs en el control de los permisos, de la dimensión del proyecto y el terreno o para analizar el grado de avance, cubriendo todo, desde que nace la idea de construir un parque de renovables hasta transformarlo en realidad.

El término epecista, en el sector de las tecnologías renovables, abarca a todas las empresas encargadas del diseño, suministro y construcción de una planta de energía renovable. En la mayoría de los proyectos se ven implicadas varias de estas organizaciones diferentes, por lo que la capacidad de gestión de datos multicompañía en los mismos es fundamental.

El despliegue de una solución de gestión global de tipo ERP en esta fase del proyecto permitirá unificar toda la información para un control en tiempo real de un máximo de variables, abarcando desde la ágil articulación de SPVs, el presupuesto de costes, las ventas y el control de las contrataciones, pasando por las horas, materiales y procesos asociados, hasta la facturación de certificaciones, etc. De esta forma, un ERP ayudaría a obtener un control 360º y una visión online de todos los requisitos necesarios para que el proyecto salga adelante con transparencia y con agilidad.

Una vez construido el parque, se pasa al control de la producción de energía limpia y al mantenimiento de la infraestructura. En esta fase, las TI de nuevo son claves. A modo de ejemplo, la aplicación de Inteligencia Artificial junto con otras soluciones de software sencillas de implementar, podrían ayudar a visualizar la rentabilidad económica del parque (coste-beneficio) y obtener cuadros de mando con datos técnicos para controlar el rendimiento global de la instalación (potencia generada, niveles de radiación, etc.) Las mismas también ayudarían a supervisar el mantenimiento de la infraestructura, lo que facilitaría la monitorización y una correcta toma de decisiones para prevenir o corregir cualquier desviación que se pueda dar.

A modo de conclusión, si España quiere escalar puestos en el ranking de las renovables y convertirse en líder de su explotación, las compañías del sector deben ir de la mano de la tecnología y de la digitalización. Contar con una visión en tiempo real del estado y rentabilidad de los proyectos, con el apoyo de las TI, no sólo les permitirá mejorar sus costes operativos y productividades, sino aprovechar las enormes oportunidades de mercado que hoy brinda el sector y apuntalar su ventaja competitiva de cara al futuro.